Castillo fuerte es nuestro Dios

Título en Alemán
Título en Inglés
Ein feste Burg ist unser Gott
A mighty fortress is our God
Letra y Música 1530Martín Lutero
Versión en españolJuan Bautista Cabrera
Texto BíblicoSalmos 46:10
Himnario
Adventista
Bautista
Metodista
Pentecostal
Presbiteriano

400 Castillo fuerte es nuestro Dios
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018 Castillo fuerte
158 Castillo fuerte es nuestro Dios
042 Castillo fuerte

Wycleff y Jean Huss habían dado los primeros pasos hacia lo que se llegaría a conocer como el movimiento protestante y de reforma en Europa. El canto de Huss “Jesús hijo de David ten misericordia de mí” mientras su vida se extiguía en medio de la hoguera inquisidora aún hacía eco en toda Europa, pero aún no había llegado el momento en que el protestantismo adquiriera una fuerza que a la postre cambiaría a toda Europa, no solo en el aspecto religioso, sino también en su configuración política y en su misma identidad como región.

El 10 de noviembre de 1483, casi 100 años después de estos primeros destellos de reforma, en Eisleben, nació Martin Luther, conocido por los hispanohablantes como Martín Lutero, el hombre con quien iniciaría el movimiento que partiría el mundo cristiano en dos. Su padre Hans Luther era minero y su madre hija de un comerciante. Martín Lutero fue el hijo mayor de la pareja.

La casa en que nació fue parcialmente destruida por un incendio en 1689 pero restaurada en 1817 y ahora forma parte de un museo. Lutero creció en medio de la pobreza, pero esto no impidió a sus padres brindarle educación, y a los 6 años ya sabía leer y escribir. Entró a la escuela pública, a la que debido a la distancia y su corta edad era llevado en brazos de otras personas. Allí aprendió el catequismo, los diez mandamientos, los credos y el Padre Nuestro. También recibió sus primeras lecciones de Latín.

Como en toda familia de campo, sus padres y maestros a menudo fueron demasiado severos en la disciplina, y en ocasiones por las más pequeñas faltas lo castigaban con tal fuerza que llegaba a sangrar. En una de sus cartas Lutero escribió:

Mi educación religiosa me fue dada con la misma severidad que la educación secular; me torné pálido y me horrorizaba el nombre de Cristo. Para mí Cristo no era más que un juez estricto y lleno de ira

Martín Lutero

Con el deseo de que su hijo tuviera un mejor futuro en la academia, Hans envió a Lutero a estudiar en el Colegio Franciscano de Magdeburg. La situación económica de su padre empeoró y en muchas ocasiones, al no tener nada que comer, Martín tuvo que hacer uso de su conocimiento de la música y su voz de contra-tenor en las calles junto a sus amigos para poder subsistir.

Al saber de sus penurias, los padres de Lutero lo enviaron a otro pueblo a continuar con sus estudios. Sus dificultades aunque ligeramente aliviadas continuaron y él a los 14 años tuvo que buscar su alimento de la manera anteriormente mencionada. Allí conoció a la familia de Conrad Cotta quienes le dieron alimento, amistad y el amor que no había recibido hasta entonces. Con ellos aprendió a tocar la flauta y produjo sus primeras composiciones musicales. Sobre el arte de la música diría Lutero que

es el arte de los profetas; es el único otro arque que, como la teología, puede calmar las agitaciones del alma, y hacer huir al diablo.”

Nuevamente mejoró la situación económica de su padre Hans, por lo que pocos meses después de cumplir los 18 años, en 1501, Lutero fue enviado a estudiar a la universidad de Erfurt. Su padre quería que estudiara leyes, pero él se decidió por la filosofía.

A pesar de sus estudios, no fue sino hasta los 20 años de edad que Lutero se enteró de la existencia de la Biblia. Un día mientras miraba los libros de la biblioteca, por accidente vio una Biblia en latín y la abrió en la historia de Ana y su hijo Samuel. Desde entonces se dedicó a estudiar la Biblia y olvidó el estudio de las leyes.

Debido a las penurias que pasó y su esfuerzo físico enfermó al punto tal que llegaron a pensar que no podría sobrevivir. Se recuperó y en 1505 a los 21 años obtuvo su doctorado en filosofía. A pesar de la presión de su padre para que culminara sus estudios de derecho, en cierta ocasión mientras iba de camino a Stoternheim se vio atrapado por una terrible tormenta, y le juró a Santa Ana que si se salvaba, se volvería monje. En 1507 invitó a sus amigos más cercanos a una comida, y en medio de la alegría y el canto, anunció que dejaría su trabajo como profesor universitario y entraría como novicio a un monasterio.

Ingresó al monasterio Agustiniano de Erfurt, buscando dar fin a la angustia de espíritu que lo agobiaba ya durante meses. Se le ordenó hacer las labores más básicas como la limpieza del monasterio y se lo envió a pedir limosna a las calles del pueblo en el que había sido un respetado profesor universitario. Allí se sometió a una rigurosa disciplina de contrición y autoflagelación para obtener el derecho al cielo lo cual sólo consiguió empeorar su estado de salud. Con el estudio de la Biblia, especialmente de las epístolas de Pablo, Lutero encontró lo que a la postre se llegaría a conocer como la justificación por la fe.

Entre 1507 y 1510 estudió en las universidades de Erfurt y Wittenberb, recibiendo en 1512 su doctorado en teología. La justificación por la fe iba en contra de las prácticas a las que recurrían los monjes de su época por las cuales buscaban ganar su entrada al cielo. También le producía gran inconformidad la venta de indulgencias, impulsada por el papado para recaudar fondos y construir la basílica de San Pedro y las cuales ofrecían perdón por pecados pasados, presentes, futuros y rescate de almas del purgatorio.

En 1512 viajó en representación de varios de sus monasterios a Roma para resolver algunas disputas con su vicario-general. Allí notó la tremenda diferencia entre la vida de mendigo y pobre practicada en los viejos conventos de Alemania, y la vida de lujos en los monasterios que más bien parecían palacios en Italia. Mientras subía de rodillas las escaleras de Pilato, bajo la promesa de mil años de indulgencia, llegó a su mente el texto “el justo por la fe vivirá” y de inmediato se puso de pie, dejando esta penitencia que en el momento le hizo sentir ridículo.

Junto a Lutero había otros monjes que en ocasiones charlaban estos asuntos, pero fue él quien el 31 de Octubre de 1517 colgó su “Disputatio pro declaratione virtutis indulgentarum” (Cuestionamiento al poder y eficacia de las indulgencias) mejor conocido como las 95 tesis. Este documento no fue puesto allí con ánimo de apelar a las personas del común. Era una invitación a un debate académico y estaba escrito en latín, no en Alemán. No era la intención de Lutero in en contra de la iglesia católica, sino buscar un cambio en el tema de las indulgencias.

Sus tesis fueron traducidas al Alemán, y gracias a la imprenta empezaron a circular rápidamente. El asunto escaló de tal manera que el vaticano envió representantes a hablar con Lutero, y 2 años después se le llamó a comparecer en roma acusado de herejía, lo cual muy seguramente habría significado su muerte. Gracias a su amistad con personas de poder en Wittenberg, el juicio fue hecho en Ausburgo el 10 de Octubre. Lutero se presentó con la protección de un salvoconducto del emperador Maximiliano. En distintas ocasiones se le quiso obligar a retractarse de sus escritos. De estas ocasiones la más conocida es la dieta de 1521 en Worms. Allí dio su famosa declaración:

A menos que no esté convencido mediante el testimonio de las Escrituras o por razones evidentes —ya que no confío en el Papa, ni en su Concilio, debido a que ellos han errado continuamente y se han contradicho— me mantengo firme en las Escrituras a las que he adoptado como mi guía. Mi conciencia es prisionera de la Palabra de Dios, y no puedo ni quiero revocar nada reconociendo que no es seguro o correcto actuar contra la conciencia. Que Dios me ayude. Amén.

Martín Lutero en Worms 1521

No se le pudo hacer mal alguno por estar bajo la protección de un salvocondutcto, pero al salir de Worms el emperador Carlos V ordenó que tan pronto su salvoconducto expirara, se lo apresara. Sin embargo, convencido de que no se había llevado un debido proceso en el juicio contra Lutero, el elector de Sajonia Federico III se propuso protegerlo y mientras Lutero volvía a Wittenberg fue capturado, separado de sus amigos y llevado “preso” al castillo de Wartburg.

Para resguardar su identidad se le hizo dejar crecer el cabello y la barba, lo vistieron con armadura de caballero y lo llamaban Junker o Squire George. Nadie supo de su paradero, y estando allí a salvo del poder del papa y el emperador, Lutero tradujo el Nuevo Testamento al idioma Alemán, lo cual puso esta parte de la Biblia al alcance del pueblo, sin las limitaciones del idioma.

Teniendo el apoyo de varios hombres poderosos de Alemania, y su gran influencia en el ámbito académico Lutero impulsó varias reformas a nivel religioso, civil y educativo, al punto en que su separación de la iglesia Católica Romana se hizo inevitable y fue excomulgado. La unión de personas influyentes al movimiento de protestante agregó al impulso de renovación religiosa, un tinte político que a la postre daría fin a la hegemonía del papado tanto en el ámbito religioso como en su influencia militar en Europa.

Lutero instó a los monjes y monjas a abandonar sus claustros y muchos de ellos atendieron su llamado, entre ellos una monja llamada Katharina von Bora, con quien se casó en 1525.

Los intentos del emperador Carlos V por acabar con la reforma se vieron estorbados en diversas ocasiones bien sea por conflictos con los turcos, con los franceses, o por las mismas disputas internas con el papa, lo cual permitió que el movimiento de reforma se afianzara.

En la dieta de Speyer de 1526, los príncipes alemanes que simpatizaban con las enseñanzas de Lutero lograron una tregua en la que a cada estado de cierta forma se le otorgaba libertad religiosa hasta que se efectuara una nueva reunión de todo el imperio. En 1529 se hizo una nueva dieta en Speyer en la que se eliminaban las libertades obtenidas en la dieta de 1526. Ante esto hubo un grupo de 6 príncipes de Alemania que se opusieron firmemente a esta intromisión del poder civil en asuntos de conciencia. Aunque no fueron escuchados y el representante del emperador dijo que la sumisión era la única opción, a la protesta de los príncipes se unieron muchas personas en lo que se conoció como la protesta de Speyer, y de allí el movimiento de reforma obtuvo el nombre de Protestante.

Al año siguiente el mismo emperador Carlos V anunció una dieta en Ausburgo, con él mismo presidiéndola. Lutero no pudo asistir a esta dieta puesto que había una orden de arresto en su contra, pero acompañó al elector de Sajonia y a su comitiva quienes fueron en defensa de los principios protestantes.

Durante el viaje a Ausburgo, en 1530, Martín Lutero compuso el himno que llegaría a ser el más conocido de sus composiciones, y considerado el himno de la reforma protestante por excelencia. Este himno se llamó “Ein feste Burg is unser Gott” (Un fuerte castillo es nuestro Dios), y con su canto animó a aquellos que arriesgaron sus vidas por defender aquello en lo que creían.

Este himno es claramente el más bélico entre todos, y debe entenderse la realidad de la época en que fue escrito. Muchos de los amigos de Lutero había muerto en la hoguera de los inquisidores, mientras habían sido forzados a retractarse en medio de torturas y humillaciones. Las acusaciones de ambas partes habían sido fuertes, y las divisiones parecían irreconciliables. Por como se veían las circunstancias, los que acompañaban a Lutero bien podrían morir en la hoguera durante la dieta.

Fue en esta dieta donde se escribió la Confesión de Ausburgo la cual llegó a ser el fundamento para el movimiento de la reforma protestante en Alemania, con varios príncipes poderosos adhiriéndose a esta.

El himno Castillo Fuerte es nuestro Dios fue publicado en un himnario por primera vez en 1533, y hasta el día de hoy es el único himno de Lutero que es ampliamente conocido en todo el mundo protestante. Fue traducido al español por Juan Bautista Cabrera.

Letra del himno Castillo Fuerte es nuestro Dios

Castillo fuerte es nuestro Dios
Defensa y buen escudo
Con su poder nos librara
En este trance agudo
Con furia con afán
Acósanos Satán.
Por armas deja ver
Astucia y gran poder;
Cual él no hay en la tierra

Luchar aquí sin el Señor,
Cuán vano hubiera sido.
Mas por nosotros pugnará
De Dios el Escogido.
¿Sabéis quién es? Jesús,
El que venció en la cruz;
Señor de Sabaoth,
Omnipotente Dios,
Él triunfa en la batalla.

Aun cuando estén demonios mil
Prontos a devorarnos,
No temeremos, porque Dios
Vendrá a defendemos.
Que muestre su vigor
Satán, y su furor;
Dañamos no podrá,
Pues condenado está
Por la Palabra santa.

Sin destruir la dejará,
Aunque mal de su grado:
Es la Palabra del Señor
Que lucha a nuestro lado.
Que lleven con furor
Los bienes, vida, honor,
Los hijos, la mujer,
Todo ha de perecer;
De Dios el reino queda.

Letra original en Alemán del himno Castillo fuerte es nuestro Dios con su traducción al español

Ein feste Burg ist unser Gott,
ein gute Wehr und Waffen.
Er hilft uns frei aus aller Not,
die uns jetzt hat betroffen.
Der alt böse Feind,
mit Ernst er’s jetzt meint.
Groß Macht und viel List
sein grausam Rüstung ist,
Auf Erd ist nicht seins Gleichen.
Un fuerte castillo es nuestro Dios,
una buena defensa y arma.
Él nos ayuda y libra en toda necesidad
que ahora nos ha afectado.
El antiguo maligno enemigo ,
ahora habla en serio.
Gran poder y mucha astucia,
su armamento es intimidatorio,
(cual) en la tierra no hay igual.
Mit unsrer Macht ist nichts
getan,
wir sind gar bald verloren;
es streit’t für uns der rechte Mann,
den Gott selbst hat erkoren.
Fragst du, wer der ist?
Er heißt Jesus Christ,
der Herr Zebaoth,
Und ist kein andrer Gott.
Das Feld muß er behalten!
No se le vence con nuestro poder;
pronto estaríamos perdidos.
Pelea por nosotros el Justo,
el que Dios mismo ha elegido.
Preguntas tú ¿quién es él?
Se llama Jesucristo,
El Señor De Los Ejércitos.
Y no hay ningún otro Dios.
El campo (de batalla) debe Él resguardar.
Und wenn die Welt voll Teufel wär
und wollt uns gar verschlingen,
so fürchten wir uns nicht so sehr.
Es soll uns doch gelingen.
Der Fürst dieser Welt,
wie sau’r er sich stellt,
tut er uns doch nicht.
Das macht, er ist gericht’?:
Ein Wörtlein kann ihn fällen.
Y si el mundo estuviera lleno de demonios
y quisieran devorarnos completamente;
no le temeremos tanto.
Deberíamos tener éxito.
El príncipe de este mundo
cuán ácido se vuelve;
no obstante, nada nos hace.
¿El Poder que le juzga?
Una porción de la Palabra puede derribarle.
Das Wort sie sollen lassen stahn
und kein’n Dank dazu haben!
Er ist bei uns wohl auf dem Plan
mit seinem Geist und Gaben.
Und nehm’n sie den Leib,
Gut, Ehr, Kind und Weib:
laß fahren dahin.
Sie haben’s kein Gewinn,
das Reich muß uns doch bleiben!
La palabra debe mantenernos firmes
¡y no tengo cómo dar gracias por ello!
Él está por nosotros conforme al plan,
con su Espíritu y dones.
Deja que ellos cuerpo,
bienes, honor, hijos y mujer:
se lleven.
No tienen ellos recompensa,
el Reino debe permanecer con nosotros.
Agradecimiento especial a Rogelio Daniel Medina Reddersen por la traducción.

Partitura para coro del himno Castillo Fuerte es nuestro Dios

Arreglo de himno Castillo Fuerte es nuestro Dios por J.S. BACH BWV 80

Referencias Bibliográficas

– 1834 – Hodder & Stoughton – Martin Luther

– 1856 – Charles Hardwick – A History of the Christian church during the reformation Capítulo 1.

– 1954 – Ellen G. White – El conflicto de los siglos capítulos 8 & 11.

– 1892 – John Julian – A dictionary of hymnology Vol. 1 págs 322,323

https://en.wikipedia.org/wiki/Diet_of_Augsburg

https://en.wikipedia.org/wiki/Diet_of_Worms

https://en.wikipedia.org/wiki/Frederick_III,_Elector_of_Saxony

https://en.wikipedia.org/wiki/Protestation_at_Speyer

https://www.visit-luther.com/reformation-heroes/martin-luther/a-timeline-of-luthers-life/

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2 pensamientos en “Castillo fuerte es nuestro Dios

  1. hermano Daniel, veo que quien redactó ésta historia dejó sus arriba;
    Andrés Hernández

    Cel: +57 3124489761

    Correo: [email protected]

    Me crié asistiendo a una congregación donde se cantaban muchos himnos. Y toavía hoy disfruto y estoy muy agradecidos por aquellos que pudieron escribir y otros componer las músicas para entonces poder cantar alabanzas y cantar reconociendo las bendiciones de la Palabra de Dios y de sus enseñanzas, la oración, la unidad del Espíritu

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