Perdido fui a mi Jesús – Sangró mi soberano Dios – Cuán dulce el nombre de Jesús

Historias de himnos
 
Título en Inglés: ¡Alas and did my savior bleed!
Letra: Isaac Watts
Música: Hudson, Hugh Wilson, Asa Hull
Año: 1707

 

Isaac Watts nació en 1674 y fue el mayor de 9 hermanos. A la edad de 16 hablaba Latín, Griego, Hebreo y Francés. A los 20 años Isaac se aburrió de los cantos de su congregación, en la cual solamente se podía cantar himnos cuya letra fuera tomada de las Escrituras. Se quejaba de que la música era pobre. Su padre lo retó a que si no le gustaba la música que oía hiciera algo mejor. En los siguientes dos años escribió una gran cantidad de himnos. Muchos cristianos protestantes y católicos lo criticaban porque sus cantos no eran inspirados. Su respuesta era: “Si podemos orar a Dios con nuestras propias palabras, entonces de seguro también podemos cantarle con nuestras palabras y no sacar todo de las escrituras.”

 

En 1707 escribió el poema titulado “Alas and did my Savior bleed” el cual constaba originalmente de seis versos y ninguna estrofa. La música que Isaac compuso para este poema no se conoce pero Hugh Wilson compuso una melodía en 1800 la cual conocemos como el himno “¡Cuán dulce el nombre de Jesús!”. En 1885 Ralph F. Hudson le agregó un coro a este himno y su propia melodía para dar vida al himno conocido como “Perdido fui a mi Jesús”.

 

Asa Hull también compuso la melodía que dio origen al himno “Sangró mi soberano Dios”.

 

Letra del himno Perdido fui a mi Jesús:

 

Perdido, fui a mi Jesús.
El vio mi condición;
en mi alma derramó su luz;
su amor me dio perdón.

 

Coro:
Fue primero en la cruz donde yo vi la luz,
y mi carga de pecado dejé;
fue allí por fe do vi a Jesús,
y siempre con él feliz seré.

 

En cruz cruel mi Salvador
su sangre derramó
por este pobre pecador
a quien así salvó.

 

Venció la muerte, ¡qué poder!,
y el Padre le exaltó
al trono, allá, a interceder
por tales cual soy yo.

 

Aunque él se fue, conmigo está
El fiel consolador
el guía que me llevaré
al reino del Señor.

 

Letra de Sangró mi soberano Dios:

 

Sangró mi soberano Dios,
murió mi Salvador.
Su vida quiso entregar
por mí, tan pecador.

 

Coro:
¡Oh, Salvador, ayúdame;
que sea fiel a ti;
y cuando en gloria reines tú,
acuérdate de mí!

 

Por mis pecados y maldad
él en la cruz gimió:
¡Qué amor, qué gracia, qué piedad
sin par así mostró!

 

Debió ocultar el sol su faz
cuando el Señor Jesús,
por la criatura en rebelión,
humilde fue a la cruz.

 

Y yo también, al ver su cruz,
el rostro encubriré;
con lágrimas de gratitud
mi alma inundaré.

 

Mas no con llanto pagaré
la deuda de su amor.
Mi ser entero dóitelo:
¡No puedo más, Señor!

 

Letra del himno Cuán dulce el nombre de Jesús:

 

¡Cuán dulce el nombre de Jesús
es para el hombre fiel! Consuelo, paz, vigor, salud,
encuentra siempre en él.

 

Tan dulce nombre es para mí,
de dones plenitud; raudal que nunca exhausto
vi de gracia y de salud.

 

Jesús, mi amigo y mi sostén,
bendito Salvador;
mi vida y luz, mi eterno bien,
acepta mi loor.

 

Si es pobre ahora mi cantar,
cuando en la gloria esté y allá te pueda contemplar,
mejor te alabaré.

 


Vídeos con el midi de las voces del himno Perdido fui a mi Jesús

 

 

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